Educador Marista
El educador marista…
Es un profesional que muestra preocupación e interés por crecer en la vida espiritual y ser coherente entre lo que sustenta y vive.
Practica la pedagogía de la presencia, con una larga, alegre y fraternal convivencia con los educandos, tiene una actitud de escucha y de diálogo.
Como docente facilitador es respetuoso del ritmo personal de sus alumnos y atiende a los padres y apoderados con actitud de acogida e interés
Se muestra abierto a perfeccionarse y superarse como persona y como profesional.
Es un evangelizador. Busca formar hombre según el Evangelio, fiel al modelo de María, Educador de Jesús.
Conoce las enseñanzas de la Iglesia y acoge sus orientaciones.
Es coherente con el Evangelio en su vida personal, familiar y profesional.
Participa activamente en la vida de la Iglesia y genera adhesión a los valores que proclama y vive.
Consciente de que tienen notoria influencia en un amplio número de personas, a través de las cuales puede proyectar los principios cristianos y evangelizadores, desarrolla un trabajo de animación espiritual en los organismos del Colegio.
Su trabajo tiene lugar en una estructura de formación integral constituida por alumnos, padres y/o apoderados, profesores y auxiliares.
Realiza su función en un ambiente de amplio conocimiento y comunicación con los colegas con calidad profesional y trabajo en equipo, en un marco de respeto y ayuda.
Trabaja en equipo entregando lo mejor de sí mismo, por un proyecto común; recibe y aporta experiencias, conocimientos y sugerencias.
Desde las diversas asignaturas, asume la tarea de la evangelización, formando jóvenes con una cosmovisión de la historia y el hombre centrada en Jesucristo e iluminada por la fe.
Es un formador de hombres y mujeres, tiene contacto directo y personal con el alumno, el cual escucha, orienta y acompaña en su desarrollo como persona.